Cuando tejemos un Ojo de Dios le colocamos una intención a través de la meditación”.
Tejeremos con hilos de colores un Ojo de Dios, mandala usado por culturas mexicanas como objeto de protección para niños pequeños, personas o lugares. Un taller basado en la meditación de pensamientos e intenciones que se tejen durante el proceso.
Algunos mitos asociados al Ojo de Dios
- Cuando nace un niño huichol y cumple un año de edad, se lleva una ofrenda al templo o Kalihuey un Ojo de Dios que contiene un solo rombo; al cumplir dos años de edad se lleva un ojo de dios con dos rombos; y así año con año hasta completar cinco años de edad; porque suponen que a partir de esta edad el niño podrá llevar por sí sólo las ofrendas a sus dioses. Es entonces cuando padre e hijo se dirigen al mar y arrojan el Ojo de Dios, así dan gracias porque el niño ha llegado a los cinco años, la edad más difícil, sin ser atacado por alguno de los animales ponzoñosos como los alacranes.
- También simboliza los cinco puntos cardinales del indígena: Norte, Sur, Oriente y Poniente; arriba y abajo.
Ven con tus amigos o amigas y aprende a elaborar un “Ojo de Dios”, mandala de protección de origen Huichol (indígenas del norte de Jalisco, México), considerado un amuleto de protección y cosmovisión. Hace muchos años, se consideraba una ofrenda a los dioses para el buen crecimiento de los niños. Hoy día, además de ser un hermoso objeto decorativo, se teje con intenciones de protección y bienestar para nuestros hogares o para el de un ser querido.
- Convenio Uniandinos
- Duración aproximada: 1 horas
- Inversión por persona: $60.000
- Mínimo 1, máximo 10 personas